Rodeado de dunas, todo camino es igual.
Abrasador calor que derrite mis deseos.
Me rindo ante los espejismos que
aparecen ante mi.
Todo es una prórroga para mi fin.
Cierro los ojos y ahora el frío corta
mi piel.
Una ventisca me impide ver cualquier
opción.
Refugiado entre dos rocas perdidas.
Abrazándome, mitigo estos temblores de
muerte.
Mi memoria me transporta a un verdel
salvaje.
La naturaleza es cruel, solo el fuerte
sobrevive.
Huir es el único método para
sobrevivir.
Sobrevivir es cuestión de fortaleza y
soledad.
Todo termina donde empezó todo, en mi
cama vacía.
Pero sigo quemado, tiritando y débil.
Mi caída servirá para dejar paso a los
mas fuertes.
Mientras el tiempo transcurre hacia mi
muerte.
Y a un futuro sin sonrisas...
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