Decisiones que derraman la
tinta.
Horas gastadas en opciones
al fracaso.
Descalzo por una mullida
alfombra de cristales.
Las huellas de sangre se
dirigen al ocaso.
Tragas saliva e imploras
una señal.
Deidades sin nombre que no
responden.
El dolor punzante te
oprime sin dejarte.
Siguiendo los rastros
buscando el final.
No hay juez, ni jurado ni
verdugo.
Tu y tus actos. Tu moral
te dictará.
El bien y el mal son
compañeros del camino.
Y de tus manos bien
cogidos te llevarán.
Enseñarte lo que es la
vida son golpes.
Cariño y crueldad pueden
ser la misma cara.
Escoger sonreír es el
mayor desafío.
Y demostrar que gobiernas
tu mundo.
Para burlar un día mas la
soledad...
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