Cual
agua estancada, detenido.
Volviendo
a juntarse en mí la pena.
La que
siempre recibo de la misma manera.
Estúpido
corazón que nunca fue mío…
Y flota
mi ser entre suciedad y miedos.
Manchando
mi alma, cubierta de estragos.
Fugitivo
y rehén, esclavo y prisionero.
Más
perdí todo, solo resta mi fe.
Rebuscando
restos de lo que fue mi corazón.
Para
guardarlos deseando poderlo rearmar.
Mi mirada
se apaga si tú no me puedes amar.
Mientras
me corto recogiendo mis trozos.
Quiero
huir, llorar, gritar. Acabar.
Perderme
y que nadie me vuelva a encontrar.
Pero prefiero ser ciego si tú me puedes guiar.
Y así sacarlo todo, y poderme desahogar.
Pero prefiero ser ciego si tú me puedes guiar.
Y así sacarlo todo, y poderme desahogar.
Mientras
tú curas mis heridas por siempre jamás…
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