Un fin



"No viví muchos días, pero el principio del fin fue aquel día en que caí de bruces en este mar, formado por los sentimientos que albergaban mi corazón, y que cambiaron súbitamente de polaridad, dando fruto una tormenta que destrozó mi ser, quedando a merced de un temperamental y caprichoso temporal, pasando de un bello atardecer a la brisa que anuncia una tempestad.

Desperté y no había rastro de vida, de recuerdos, de paisajes… Flotando, con los labios resecos, salados y los ojos llorosos, que abrigo podría albergar, en medio de la nada? Nada, valga la redundancia, pues sabia que tenia que escapar de esas aguas, buscar tierra, encontrar algo que me ayudara en el viaje.

Y si, quizás por el manto de la noche no las vi, pero en el turbio amanecer aparecieron unas pequeñas tablas, lejanas y frágiles, una esperanza que ya no albergaba, objetivos imposibles, ya que cada vez que intentaba aproximarme a ellas, se alejaban mas de mí. Y lo “divertido” era que entre las 2 se iban alejando mutuamente más. Cual escoger? Tan pequeñas, tan imposibles las 2… Cada una de ellas me dio esperanzas, deseos de vida, las fuerzas para luchar por ellas… 2 estrellas que seguir en noches oscuras… Pero, ay de mi, entre la fatiga y el pesar (de no ser merecedor de una salvación, de creer en que mi destino estaba sellado en el agua…), las 2 desaparecieron por el horizonte, tal y como aparecieron, entre una bruma que cubría toda la superficie de un manto blanco, romántico, especial, fantasmagórico, poético… Como dándome a entender que se me acabaron las oportunidades. Que aquí encontraría mi tumba.

Pero pasaron días, y seguí ahí, a flote, a la espera. De que, si sabia que no aparecería ayuda? De solo el hecho de vivir otro día, aunque solo fuera para contar otro antes de caer? Preguntas ambiguas, enfocando personalidades a objetos inanimados… Poco a poco perdiendo la cabeza, tostándose esta en un pálido sol que brillaba para recordarme el calor que no tuve en vida.

No recuerdo cuantos días estuve ahí, a la deriva, pero finalmente llego el momento en que mi cerebro aún persistía, pero mi cuerpo no aguantaba más, y las negras aguas se abalanzaron sobre mí. Una noche de luna llena. Al menos me dio una última visión a su belleza.

Saboreando ya el último trago de aire, me hundo. Atrapado entre el manto pesado de agua oscura y turbia que me agarra y me atrapa mas para el fondo, me ahogo en ese mar que una vez fue bello, cristalino y puro, ahora pasto de una destrucción que ya pasó y dejo paso a la devastación.

Un mar sin fondo donde estoy cada vez más lejos de la superficie.

Me afano por luchar, un último y fútil intento desesperado, quemándome ya los pulmones por la necesidad de respirar, intentando alcanzar, romper la barrera que me separa de un soplo de aire fresco que me devuelva la vida… Pero está ya demasiado lejos para poderla alcanzar. Resignado y consciente de ello, no temo al único abrazo que he merecido siempre. Escapándose las últimas reservas de aire, mi último pensamiento se lo dedico a ella, la única, que nunca vi pero que ahora puedo verla tan nítidamente, sonriente, feliz… Expreso mi último deseo, cierro los ojos, esbozo una triste sonrisa, exhalo y me dejo llevar…

Donde unas pocas burbujas brotarán hasta la superficie, llevando el recuerdo y la esperanza para que la acompañen para siempre…"

Comentarios

Marina :) ha dicho que…
me ha gustado mucho, aunque ya no hablemos me paso algunas veces por aqui y nunca me decepcionan tus textos.
Shadkko ha dicho que…
Si no hablamos es porque tu no quieres, porque yo nunca te dije que no queria saber de ti (tienes mi movil y msn)
Pero me alegra saber que al menos sigues, supongo que bien, y leyendo lok escribo.
Un beso...