Fraguando una vida

















"Un recuerdo de infancia que vuelve a mi mente. Jugar en un montículo de arena. Crear. Destruir. Mil historias, cada día una nueva. Y una amistad diferente con cada día transcurrido. Soñar y realizar se complementan. Todo es uno, uno es todo. Y sueñas con tu futuro, para cuando seas mayor, y con el tiempo te ves fuerte, sabio, triunfador. Y todo se desvanece al soplar esa cerilla encendida. Ilusión, JA. Iluso de mí.

Crecer, “madurar”, no es un juego de niños.

En un principio lo pintan todo bien. Colores claros, suaves, luminosos, inspirando tranquilidad. Obrando un paisaje para que reine la felicidad. Una gran amistad, grandes compañeros, esos años viviendo momentos alegres… Y pronto termina todo. Punto y aparte en la historia. Vuelta a empezar. De cero, y solo.

Un golpe.

El cambio no lo entiendes, no va a mejor, y sin embargo para peor va de camino. Aún así eres joven, aguantas y te sobrepones. Y alcanzas unas metas, por fin, en tu vida.

Ya han pasado años, eres todo un “adulto” pero aún no olvidas a aquel amigo. Desde primaria, te acompañaba. Has vivido con él muchos años, de los mejores por lo que se ve. Apoyándoos mutuamente, en algún momento malo, pocos, y disfrutando esos momentos buenos, muchos. Pero crecer significa cambio, y cambiar significa perder. Y ya lo perdiste hace tiempo.

Otro golpe.

Por fin eres parte de la sociedad. Controlado por el tiempo, madrugas cada día para llegar al trabajo. Día sí, día también. Tienes tu vida hecha. No te gusta, no eres feliz del todo con el trabajo, pero tampoco lo odias o aborreces, y lo necesitas. Sin él, aparte del sustento material, perderías ese entretenimiento, ese estimulo externo para no recordar la pieza al rompecabezas que te falta.

Una parte que necesitas pero que no comprendes, porque aún no la tienes. Has esperado toda tu vida a que llegara, y sigues esperando. Y no te cansas, pero te rindes muchas veces, aunque son muchas otras las que recobras las formas para seguir aguantando.
Dicen que siempre llega… Pero tú aún no la has visto venir.

Otro golpe más.

Porque maduras a golpes. Experiencia mala tras experiencia mala. Y solo. Ya no tienes nadie en que apoyarte. Y solo importas tu, tu mismo, el que recibe, pero aguanta, los golpes. Y debes incorporarte una vez más, y seguir adelante. Luchar por lo que alguna vez has querido y que aún no tienes.

Una vida por delante."






Despues de casi un mes sin escribir, vuelvo a las andadas. Haber como ha quedado esto...

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