Relato 2: Mundos

"Y si, despierta, pero ve que todo es igual. Igual que en su sueño.

Sigue perdido, no en un mundo de sueño y fantasías, de oscuridad y soledad, donde no necesita el apoyo de nadie y vive aislándose de esa realidad, la que es tan dura para el y te hace llorar. Se pierde en cada rincón de su mente, tan pequeña y tan grande. Esa mente perversa y despiadada que le hace creer lo que su ser se niega a creer.


Se pierde entre los pocos, pero a la vez puros y que cree necesarios, deseos. Deseos que quiere llegar a cumplir pero que no dependen solo de el.

Vaga por entre las veces que razona, las veces que llega a dolorosas conclusiones y que le duelen como un acero ardiente clavándose en el estomago, como un golpe inesperado, como una traición de alguien muy allegado, y las veces que su imaginación vuela y se siente libre, y calmado su ser, y su alma.

Y no solo se pierde en su tierra. Tiene un mar, sin fin, creado por sus pensamientos.

Donde su frágil barca sufre constantes oleajes por culpa de las crisis que le asolan, que modifican su identidad y le obligan a agarrarse fuerte a algo a lo que creer, a alguien en quien confiar, en su sombra, para poder sobrellevar mejor ese tiempo, esas veces que a punto esta de naufragar, y rendirse en el profundo océano de sus penas, esas que no deja escapar pero que sus ojos reflejan. Y tiene que andar con cuidado, puesto que si se cae, no podrá volver a su barca, ya que no hay una mano con la que poder subir de nuevo.

Y solo escapa unos momentos, para los que a el se le hacen gloriosos, cuando mira al infinito y se transporta a la vacía ciudad donde pasa el tiempo, donde se reencuentra con esos a los que el llama “amigos” y le apartan de ese lugar. Lugar donde sabe él que no quiere volver nunca, pero que es su “dulce” hogar. Y es por eso que aprovecha cada instante, cada segundo, para reír, no de corazón puesto que sabe que aún no esta curado para eso, pero lo mas feliz que puede para no preocuparlos, no desanimarlos ni causarles mas pesar que el que puedan sentir cuando les pueda contar las horas que, enfrentado a esa triste realidad, el vive.

Pero de el no se olvidan. Aún a alguien en el exterior, lejos, lo suficientemente lejos para que el no pueda llegar a expresarle lo que significa para el tenerla, que le quiere, a su manera, y le tiende una mano, una cuerda a la que agarrarse y, entre los dos, recorrer otro camino hacia algún lugar y no extraviarse, puesto que tiene a esa persona a su vera. Y, junto a ese alguien, su alguien, el sol despunta y le da calor. Le hace ver las cosas de su color, de lo bonito que es todo, de respirar sin temor a no volverlo ha hacer. Temor a separarse, de ella, y que le engulla de nuevo el manto de la noche, de la tristeza y soledad, de los colores del olvido y la caricia del silencio.

Pero sabe que todo eso es efímero, pasajero, imaginario, de su “mundo” y se niega a creerlo, porque, aunque lo sabe, lo siente, lo vive, y le hace feliz.

Y por eso solo le queda que regresar. Volver a su rutina. A desaparecer en su mundo. Otro momento de su vida que no llena, que desespera por cambiar y olvidar. Y busca, de nuevo, alguien o algo por lo que seguir. Ese motivo que lo empuje a vivir.


Por eso, como no tiene motivos, solo hace que buscarlos. Y tanta búsqueda hace que deje de lado muchas cosas, pero no por ello a las personas…"








Mas largo que el anterior, y creo que de la misma calidad, o eso espero ;)
Ya me direis si os gusto.
Y gracias a todos los que lo leais, y dejeis la opinion claro. Da gusto saber que cosas que tu escribes lo lee la gente.

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