Relato 1: Fragmento de Realidad

Fragmento de Realidad:





"Caminando solo, no por que estoy loco, sino por que quiero, por que no tengo opción. Voy caminando por las calles desiertas llenas cemento y miro el cielo. De un amanecer donde aun brillaba la luz de la esperanza, de un deseo, de algo "bonito", al atardecer que cae como una pesada capa de tristeza anaranjada que todo lo cubre pronto con su manto de soledad y todo lo calla con su frío e impasible avance, cual suspiro de aire que se escapa de mis pulmones y, una y otra vez, te preguntas: cuando parará esta tortura?

Estoy caminando y soy un niño, un hombre, una piedra, un recuerdo, un grito que se pierde en el vacío. Un suspiro, un olvido o millones de miradas que nunca se cruzan conmigo. Camino rápido, cada vez mas rápido pero nunca lo suficiente. No corro. No hay prisa. Camino mil pasos, miles de segundos, pasa el tiempo y la distancia y no me siento ni mas cerca ni mas lejos. Inmóvil, retenido por lo que no quiero ver. Camino rápido, quiero escapar y no se de quien, ni de donde. Quiero llegar lo mas pronto posible pero nadie me esperará allí.

Sigo caminando, ahora de regreso, no quiero llegar a quien-sabe-donde con quien-sabe-quien quien-sabe-cuando. Aun así camino rápido, cada vez mas rápido, pero no corro, no tengo prisa. Entre las calles me pierdo, y me busco. Pero solo veo una sombra de lo que soy, un recuerdo efímero de un tiempo pasado. Y necesito un refugio, donde pueda escapar de esos demonios que me atormentan.

Me sigo buscando y no se si me quiero encontrar. Ni siquiera se que tengo que buscar. Si a mí o a los demás.

Llegué a mi destino y levanté la mirada. No había nada. Un vacío, un hueco entre dos mundos, dos caminos, muchos puntos de vista. Y decidí dar un paso, un paso en falso hacia otro lugar, otra ocasión, otra pista sobre donde podía por fin encontrar todo lo que buscaba, por fin. Pero todo se desvanece a mi alrededor, se vuelve oscuro, silencioso, y me fundo con "el todo". Ya no soy yo, soy mi sombra, mi parte "valiente", mi capacidad para razonar.

Y ahí me quedo, se queda, encerrado en su mundo. Un día más. Otro día más.

Hoy no hablé con nadie y me resultó extraño, desconocido. Tan largo el camino y no me crucé con una mirada cómplice, amiga. Que hacer con lo que le aflige a uno la razón y su ser? Guardarlo. Muy dentro. Muy profundo, donde no tiene que llegar nunca nada ni nadie. Por mi bien. Por el bien de todos y el de los mas "allegados", esos que desaparecen pero que siempre están.

Caen tus lágrimas por la almohada y despiertas, puesto que el sueño solo acaba de comenzar...

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Increíble, me encanto... creo que no tengo mas que decir...