Porque no me gustan las depedidas

De un día lluvioso, nublado, apagado.
De esos que son siempre de mi agrado.
Pues reflejan como me siento, abandonado.
Paso ese día, uno de esos que aborrece tu estado.

Salió un sol, con un frío helador, y brillo con dulzor.
Sonreía a la vida y ella me la devolvía, con amor.
Risas y amigos te ayudan a superar más ese dolor.
Rompes la rutina y solo consigues cansancio y sopor.

Pero todo se torna gris, negro, cambiando esa gama de color.
Partir mi corazón en trozos, me recuerda un pasado mejor.
Donde el negro manto de la tristeza me arropa, me da calor.
Donde dependo de la música, me ayuda a sacar mi rabia, mi dolor.

Tiempo atrás, cuando no conocía este sentimiento, vivía engañado.
Tarde en darme cuenta, pero ahora todo ese tiempo ha pasado.
( Y ese tiempo nunca volverá, imágenes y palabras que he recordado )
Como un juguete roto, estoy, espero el momento en que me tiren, olvidado.
Créeme cuando digo que estoy harto de todo, de ser siempre rechazado.



Quiero por fin mandarlo a la mierda todo y olvidarte, borrarte de mi vida, odiarte, aborrecerte.
Poder sentir todo lo contrario a lo que sentía mi corazón.
No haberte conocido nunca y que nuestros caminos nunca se cruzasen.
Y, aunque diga todo esto no te quiero ningún mal, solo que vivas en un mundo mejor, donde consigas a quien te pueda dar amor y no me recuerdes, que suprimas ese tiempo y...

Adiós.








A que viene? No lo se... Solo se que estoy cansado de todo.


Comenzó mi día, feliz. Pero ahora estoy muy triste. Me cuesta poco reconocerlo, pero las lágrimas resbalan por mi mejilla.

Total, solo son palabras...

Palabras con rima, pero solo palabras, sin nada dentro, donde no espere otro momento, donde están vacías de todo sentimiento...



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